Me topé con una lectura bastante grata,
y me impactó tanto que por eso regreso a escribir, ya ha pasado mucho tiempo
desde la última entrada que hice a mi blog, pero este sentimiento creo que es
lo que quiero expresar, y es el de La Frustración.
Hay algo que me molesta de nosotros los
seres humanos, que somos la única especie que carga la espalda de su prójimo de
cosas que ni él mismo cargara, o lo que es peor, culpa a otros de cosas que él
mismo, si bien no ha cometido, bien las quisiera.
"Homo hominis lupus",
se oye padre no?, pero fue una de las frases que quedó en mi memoria cuando
aprendí latín, y es que "El hombre es el lobo del hombre", porqué
platico esto?, porque aunque la lectura fue realmente reflexiva o
introspectiva, creo que hay una consecuencia de esa frustración, y ahí es donde
entra mi frase dominguera.
Porque cuando una persona se permite
frustrarse, por algo que desde el fondo de sí quisiera hacer y no lo hace, es
cuando piensa que otra persona no lo hará o no es capaz, pero hay algo peor de
la frustración, que es cuando ese lobo interno de hacer mal, busca dañar a otra
persona, y es traicionera y levanta falsos, y lo que es peor culpa de
algo que ese mismo lobo es capaz de hacer, porque aunque la especie trabaja en
equipo, es en individual cuando uno de ellos quiere dominar, sólo por dominar,
imaginemos esa actitud propia de un lobo pero desarrollada por el hombre;
no es necesario imaginarla, sólo enciende tu televisión en las noticias de
todos los días, y vemos tantos actos de maldad que nacieron por una
frustración.
Aquí lo importante es refutar la frase
del título de mi post, aceptar que no es nuestra realidad, que si dejamos que
los demás se frustren también es nuestra responsabilidad; pero no es total
porque el 99 por cierto de esa frustración es responsabilidad personal y de
nadie más, porque soy yo quien decide no seguir echándome culpas,
porque soy yo quien aplaude el éxito de los demás, los bendice y aprendo de
ellos, porque soy yo quien me puedo dar cuenta de que mi realidad es que soy
único en este lugar, y que de mi depende mi felicidad.
No gastemos nuestro tiempo y nuestra
vida en suposiciones de lo que tienen que hacer los demás, hagamos lo que nos
toca y dejemos que los demás hagan lo que les toca; y sólo y si tu labor está
hecha a la perfección y eres coherente en totalidad ahí sí, ayuda a los demás
con Humildad.