Muy buena la verdad... Ahaam

Ayer iba saliendo de la sala, acompañado de mi familia, con la cabeza revuelta, el pecho sumido, por lo que había visto, y escuchaba casi al unísono esta frase de la mole de gente, "Muy buena la verdad... mientras la otra persona contestaba... Aaham", que para el coloquio de mi tierra es una confirmación de la razón otorgada, es decir, "sí, está muy buena".

Pero no quiero escribir de la película, creo que se han hecho muchas reseñas acerca de ella, las cuales son buenas, certeras y objetivas, y otras tanto aburridas, acusativas, y que reprochan a un país que de todas maneras "ya sabía que se hacía". Más bien de lo que quiero escribir es sobre ese sonido peculiar que salía de cada persona decorando a mi oído con un melodioso "Aaham".

 Bien decía que es un simple sonido, una simple expresión, e incluso para algunos una forma de sacar una contestación cuando no quieres dar una opinión, pero hay una respuesta que está más enterrado que en las cuerdas vocales, un verdadero significado de simplemente contestar con un Aaham no hacemos el esfuerzo por verdaderamente levantar una voz.

Vamos a hacer suposiciones...

Un día por la tarde... digamos un Martes por la tarde, alguien te llama y te dice que unos niños han golpeado a un perrito en la calle, que le ha lanzado piedras... y el animal salió corriendo... Aaham; no no no otro caso mejor... Terminando de darte la noticia alguien llega y te dice que los del equipo de futbol de tu colonia han jugado toda la tarde y han comprado refrescos y cervezas y han dejado la basura en el mismo campo donde han jugado... Aaham; o bien, le han robado a alguien conocido su billetera y su celular por llegar un poco tarde a su casa... Aaham; olvida eso, no tengo que hacer suposiciones, hay hechos que son más concurridos.

Nos hemos acostumbrado tanto a ver la injusticia contra todo, que ya la hemos hecho parte de nuestra cultura mexicana, el imprimirla en el periódico, mentarlas en nuestras tan elaboradas estadísticas, usarlas de canción de fondo en una cena acompañadas de las noticias, que la cultura de la muerte y la inseguridad, esté tan arraigado como el hecho de que soy más mexicano que el nopal, debe ser más importante y por eso entonamos el himno de la indiferencia que para mi ayer se canto un "glorioso" Aaham.

Nos han presentado una cara que es real, es un hecho, pero de ninguna manera tiene que ser ley, la simple expresión de decir... o más bien diría de actuar con nuestra vida gritando todos los días Aaham tienes razón las cosas no van a cambiar, Aaham la política y la burocracia es una porquería, Aaham el medio ambiente eso a mí no me toca solucionar, Aaham los pobres pues siempre han estado y siempre estarán, Aaham... pues qué le vamos hacer.

Podría decir que no podemos... pero sería seguir la línea del inconsciente, por eso digo no debemos permitirnos seguir cantando a la indiferencia y aceptar que no pasa nada, porque precisamente no hacemos nada, y es tonto pensar en una nueva revolución de armas, cuando tenemos que hacer una verdadera revolución desde adentro, y ese adentro se va a la persona y de la persona trasciende a la familia, luego a la comunidad, a la ciudad y al país; no se tira una bomba para hacer ondas de agua, más bien, la hace volar, desintegrarse, la obliga a tomar "nuevos cauces" que conducen muchas veces a nada, así actúa la injusticia, la inseguridad, el terror, la corrupción, sólo se necesita una sola gota de agua para crear ondas en ella, para buscar nuevos causes con conciencia, nuevas rutas que lleven al progreso y a la continuidad de los valores propios de nuestra nación.

Ojalá y la próxima vez que escuche un Aaham sea al expresarse una ayuda, una colaboración, un sentir de hacer algo como nación.

Presunto Culpable Trailer